Los macroinvertebrados acuáticos han sido ampliamente usados durante años como indicadores de calidad del agua, ya que constituyen una herramienta muy útil y relativamente de bajo costo. A través de los indicadores biológicos, es posible evaluar tendencias de la calidad del agua a través del tiempo, comparando condiciones pasadas y presentes, y detectar eventos puntuales de toxicidad, los cuales suelen ser difíciles de detectar utilizando únicamente mediciones fisicoquímicas. La metodología utilizada para la toma de las muestras fue el índice BMWP-CR (Biological Monitoring Working Party modificado para Costa Rica). Esta metodología consiste en colectar muestras de macroinvertebrados y asignarle una puntuación a cada taxón encontrado según su nivel de tolerancia a condiciones de contaminación.