(21-07-2021) El pasado 15 de junio, la Municipalidad de Curridabat inició el proceso de contratación administrativa para realizar las obras de estabilidad de las laderas en urbanización Los Tulipanes, un problema de solución compleja debido a las características del terreno y coordinación interinstitucional requerida.
Para este año, la Municipalidad presupuestó ¢325 millones para ejecutar la solución constructiva. El proceso de licitación se encuentra sometido a los plazos que la Ley de Contratación Administrativa establece.
La urbanización Los Tulipanes, ubicada en los alrededores del Estadio, fue construida en los años 90 en los márgenes del río María Aguilar y posee riesgo a la inestabilidad de laderas siendo que se afectan las viviendas colindantes al cauce, así como parte de un parque municipal, por lo que el tema se ha atendido desde el Departamento de Gestión Integral del Riesgo de la Municipalidad.
Los resultados de los estudios técnicos generados en el sitio (geotécnicos, hidrológico -hidráulicos, geomorfológicos, entre otros) indican que “el origen del problema se da debido a que las viviendas afectadas se encuentran sobre la corona de un talud cuyo material no es soportante, además del irrespeto al área de protección en algunos casos y malas prácticas en la disposición de aguas pluviales sobre un talud ya expuesto”, explicó María del Mar Saborío, de Gestión de Riesgo de la Municipalidad.
El diseño de solución para esta situación de riesgo es un muro de suelo cosido, el cual consiste en un arreglo de anclajes que profundizan en el terreno para “coser” la superficie de falla y una pantalla de concreto lanzado, así como un enrocado en el pie del talud y las obras de conducción de aguas pluviales complementarias, según detalló Saborío.
De previo a iniciar el proceso licitatorio de construcción, la Municipalidad de Curridabat debió gestionar los permisos y avales que exige la Ley y el ejercicio de la ingeniería en nuestro país, por lo cual fue necesario obtener la viabilidad ambiental por parte de la Secretaría Técnica Ambiental y el permiso de obra en cauce por parte de la Dirección de Aguas del MINAE, ya que parte de la obra de retención se debe hacer en área de protección.
“La Municipalidad ha atendido como corresponde este problema complejo y de larga data. Ha aplicado la ciencia y la ley, procurando un uso adecuado de los recursos y el fin primordial que es el respeto a la vida”, dijo Saborío.
“Los procesos de reducción del riesgo son complejos, ya que se deben de realizar muchos estudios para comprender la problemática en el sitio, generar trabajos interdisciplinarios, concertar espacios de diálogo comunitario y coordinar entre diversos departamentos e instituciones” detalló Saborío.
Para la Municipalidad es primordial brindar una solución viable y segura desde el punto de vista técnico que garantice la seguridad para las familias que se encuentran afectadas. Por esta razón, se debió de pasar por varias fases de estudios de previo a determinar cuál era la solución idónea para este caso. “Nuestra intención es que dicha obra se materialice lo más pronto posible”, concluyó la profesional.